A lo largo de las fiestas de Navidad es probable que nuestra casa se convierta en un post-party eterno en forma de papeles de regalo, cajas, embalajes, restos de alimentos y bebidas, piezas de juguetes, electrodomésticos que ya no funcionan y una serie de objetos que confirman que las fiestas van viento en popa. Aunque lo ideal es intentar reducir los residuos en el momento de hacer las compras –ajustando bien las cantidades, apostando por opciones sostenibles y de proximidad, eligiendo tiendas de barrio, etc.– también es importante saber reciclar correctamente y depositar cada cosa en su lugar correspondiente.
Lo primero que debe tenerse en cuenta es si realmente lo que tenemos entre las manos es un residuo con una vida útil completamente terminada. Si es un electrodoméstico viejo, ¿existe la opción de arreglarlo? ¿Podemos dar una segunda vida para otra función a los embalajes y cajas de los productos? ¿Podemos conservar o congelar ciertos alimentos? ¿Es posible tratar de vender o incluso regalar algunos utensilios que nosotros no necesitamos pero que quizás otra persona sí? Si la respuesta a todas estas preguntas es no, significa que sí, que nos encontramos delante de un residuo y que debemos deshacernos de él de la forma correcta. Y si no sabéis cómo, siempre podéis consultar la web de la Agència de Residus de Catalunya. En todo caso, tomad nota de estos tips para hacerlo debidamente.