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El Hivernacle es un sitio importante en Sants. Un pulmón verde que hace muchos años que trabaja por el barrio y por su gente. Un negocio que a pesar de no estar al día de los pagos, funcionaba y “más o menos tiraba adelante”, nos explica Ignasi Rossinés, propietario del Hivernachle, pero también “administrador, gestor, vendedor, carretillero y todo lo que hiciera falta, como en cualquier negocio familiar”. Es un espacio con mucho encanto, casi mágico. Un refugio verde en medio de la ciudad que los vecinos de Sants consideran emblemático. Quizá por eso, el comunicado que el Hivernacle colgó en Facebook hace poco ha sido como un jarro de agua fría para todos. "No nos renuevan el alquiler, nos obligan a cerrar. Cerramos la segunda semana de marzo. ¡Estamos consternados!". Después de este comunicado, las muestras de apoyo y de rechazo al cierre se han hecho notar e incluso hay una plataforma con más de 3.500 firmas para defender el Hivernacle y conseguir que no cierre. U otra impulsada desde el colectivo Patrimonis Indivisibles con el objetivo que todo el mundo que quiera cuelgue una foto de una planta con la etiqueta #plantemhivernacle
Pero para llegar al punto en el que estamos, nos dice Ignasi, han pasado muchas cosas. Después de muchos meses de intentos de negociación fracasados para negociar la deuda del Hivernacle con los propietarios, hace pocas semanas recibieron la noticia que no les renovarían el alquiler. "Ellos están en su derecho. Quizá han hecho lo que muchos harían, que es vender y repartir beneficios. No sabemos la situación en la que está la familia propietaria así que tampoco queremos juzgar su decisión, porque es totalmente lícita, aunque nos duela, claro". Y parece que por mucho apoyo popular que haya la decisiónes irrevocable. "Es una familia de fuera de Barcelona que no tiene mucho interés en el trabajo que hace el Hivernacle. Ellos quieren el dinero, y no hay mucho más que decir". Tampoco parece que comprar el espacio sea una opción.
Así pues, parece que la última esperanza que hay es que "el Ayuntamiento haga algo al respecto" para salvar el Hivernacle y a sus trabajadores. Nosotros, lo que podemos hacer es hacer correr la voz para intentar revertir la situación, aunque parece difícil. El Hivernacle seguirá ofreciendo la venta a través de la página web y también irán vendiendo todas las plantas, flores y materiales que tienen, esperando que llegue el lunes 7 de marzo, día que tendrán que abandonar el espacio y dejarlo tal y como lo encontraron.