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Desde la aparición de las píldoras anticonceptivas en los años 60, el concepto del control de la natalidad se ha centrado únicamente en las mujeres. La píldora, el diafragma o el Norplant son métodos anticonceptivos que garantizan más del 90% de éxito, pero en el caso de las píldoras, no es nada fácil para una mujer vivir casi esclavizada a ellas, cada día de la semana.
El hombre, por su parte, se ha lavado las manos tradicionalmente y se ha excusado en que sólo pueden -podemos- usar el preservativo. O bien hacernos la vasectomía en el caso de no querer tener hijos ad eternum. Pero por suerte, cada vez surgen más noticias sobre la posible aparición de una píldora anticonceptiva masculina. Sin embargo, siempre se habla de los muchos efectos secundarios que tendría para el hombre, como la pérdida de la libido, aumento de peso, náuseas o procesos depresivos. Pero, ¿que no tienen efectos secundarios las mujeres? ¡Hace más de 50 años que los sufren!
También se ha dicho que no hay grupos importantes dispuestos a invertir o financiar estudios sobre la píldora anticonceptiva masculina, pero esto se ha acabado. La fundación de Bill y Melinda Gates estarían detrás de la financiación de más de medio millón de euros para crear una píldora anticonceptiva que bloquearía puntualmente la capacidad fertilizante del esperma, se explica en la web Technology Review. El equipo de Gates, encabezado por Martin Matzuk, director del Centro para el Descubrimiento de Fármacos de la Facultad de Medicina de Baylor (EE.UU.), trabaja en una píldora que no tendría efectos secundarios y que sería reversible, es decir, no supondría una esterilización como la vasectomía.
Este proyecto permitirá trabajar mejor en el control de la población mundial y también liberar a la mujer, haciendo que los métodos anticonceptivos sean más igualitarios. Aunque el camino aún es largo, la píldora anticonceptiva para los hombres supondrá una auténtica revolución, y podría estar cada vez está más cerca de ser una realidad.