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Hace más o menos un año, uno de los museos más importantes del mundo, el Rijksmuseum de Amsterdam, explicaba a través de un comunicado web que el uso de los móviles en el museo hacía que la experiencia se convirtiera en algo superficial y poco profundo, y animaba a los visitantes a hacer dibujos en vez de selfies o fotos con el móvil.
La propuesta del Reijksmuseum es que los visitantes dejen el móvil en casa y dibujen las obras de arte para profundizar en ellas. "En nuestras vidas tan ocupadas no siempre nos damos cuenta de la belleza que nos rodea. Nos olvidamos de cómo se ven muy de cerca. Dibujar ayuda, porque se ve más cuando se dibuja. Las personas que quieran dibujar siempre son bienvenidas al Rijksmuseum", dijo Wim Pijbes, director general del museo, el pasado mes de octubre.
"En el mundo actual de los teléfonos móviles y los medios de comunicación, una visita a un museo es a menudo una experiencia pasiva y superficial". Así explicaba el museo la decisión de hacer una campaña en contra del uso de los móviles en los museos a favor de la creatividad a través del dibujo. Pero la verdad es que la acción se podría extrapolar a muchísimos acontecimientos como a los conciertos, donde grabar vídeos parece más importante que disfrutar del momento. O en los teatros, donde hay gente que todavía no ha entendido que tiene que apagar el móvil al entrar.
Quizá la prohibición es la única solución, como en muchos clubs de música techno de Alemania, donde grabar un vídeo puede suponer la expulsión instantánea del local. "Los visitantes se distraen fácilmente y no experimentan realmente la belleza, la magia y la maravilla. Por esta razón, el Rijksmuseum quiere ayudar a los visitantes a descubrir y apreciar la belleza del arte y de la historia a través del dibujo", concluye el director del museo en el comunicado. ¡Quizá va siendo hora de llevar a cabo acciones como esta en Barcelona!
