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Más de 3.000 niños con las puertas del CAP cerradas. Es el barrio del Fort Pienc: el 13 de julio cerró definitivamente el servicio de pediatría público de la zona. Las consecuencias tenían que ser la reubicación de las familias al CAP de Pare Claret, a una distancia considerable del barrio.
Sin embargo, esto no ha acabado pasando. Desde antes del cierre del servicio de pediatría, familias y agentes del barrio empezaron a organizarse para reivindicar el derecho a un servicio de proximidad. Después de todo un verano informando a los vecinos y vecinas, el 21 de setiembre se reunieron con el Consorcio Sanitario y llegaron a una serie de acuerdos.
Uno de los compromisos es la construcción de un nuevo CAP en el barrio. Durante el tiempo que dure la construcción, los niños serán atendidos en los centros más próximos con la capacidad de mantener el o la pediatra. Otra de las victorias de las cuales l'Assemblea per la pediatria al Fort Pienc se siente más orgullosa es la de ser reconocidos como espacio de interlocución del barrio, y el compromiso de ser parte del seguimiento del proyecto de un nuevo CAP.
Los acuerdos conseguidos no son las apuestas iniciales de la plataforma vecinal, que de entarda pedía que el mismo CAP se quedara en el barrio. Uno de los motivos por el que el centro dejó de funcionar fue el incremento del precio del alquiler del local por parte de La Caixa, la entidad propietaria del inmueble. La plataforma reivindicaba que La Caixa mantuviera el alquiler para que el CAP siguiera funcionando.
Aun así, la plataforma vecinal ha calificado los acuerdos de victoria. Las mobilizaciones a lo largo de todo el verano y el trabajo de informar todas las familias del barrio ha acabado dando sus frutos.