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Las anamorfosis son dibujos deformados a propósito, prácticamente imposible de reconocer a simple vista. Para ello es necesario mirarlos desde una perspectiva completamente diferente que elimine la deformación. En muchos casos una anamorfosis necesita un espejo para ser descifrado, como es el caso de la anamorfosis que podéis ver en la siguiente fotografía.
Pertenece a Ana Amorós, propietaria de Anamorfosis, una acogedora tienda de antigüedades del Gótico especializada en óptica, imagen, sonido y comunicaciones. Ana fundó Anamorfosis con su marido en 1986. A él le apasionaba la arqueología industrial y Ana es una persona extrovertida y lanzada, así que no se lo pensaron dos veces y pusieron en marcha Anamorfosis. La tienda, ubicada en el número 4 de la calle Baixada de Santa Eulalia, es de aquellas que casi debería estar en un museo. Toda ella es una obra de arte. Y todo está puesto con tanta sensibilidad que todavía la hace más especial.
Hay piezas arqueológicas de gran valor económico, y otras de un valor sentimental incalculable. Una de ellas -y posiblemente la más especial- era el rótulo de la entrada, una obra del siglo XIX modernista de hierro forjado de más de 60 kg que presidía Anamorfosis desde el primer día.
Hace un par de semanas, Ana llegó a su tienda por la mañana, como suele hacer, sobre las 8, y se dio cuenta de que el letrero había desaparecido. Después de hacer la denuncia a los mossos, una vecina del barrio vino a la tienda para explicarle que alrededor de las 3 de la madrugada vio a un grupo de turistas franceses subidos a la reja de la tienda intentando arrancar el rótulo. La vecina les recriminó la acción y llamó a los mossos, que a llegar al lugar de los hechos y no ver a nadie se fueron. Pero ya era demasiado tarde, el letrero había quedado medio colgando, los mossos pensaron que la propietaria ya la arreglaría por la mañana y cuando se fueron, los ladrones ... volvieron! Y, ahora sí, se llevaron la pieza.
El rótulo aparece en libros, archivos y documentos como símbolo del Gótico y de Barcelona. Y ahora, ha desaparecido. Muchos vecinos han escrito cartas y se han quejado del poco tacto que tienen las instituciones públicas con las tiendas de toda la vida como Anamorfosis. "Hace 39 años que vivo en el barrio y hace 15 esto era horroroso. De una dejadez espantosa. Y desde hace unos años el barrio está mucho mejor, pero en los últimos meses volvemos a tener pintadas en las puertas, vómitos, meadas y actos incívicos. " dice Ana. "Todo el barrio tiene la misma sensación: hay poca vigilancia, poca presencia policial y poca seguridad, sobre todo por la noche. El otro día rompieron los cristales del Tapa Tapa, aquí al lado, han pintado las puertas de tiendas del barrio ...la dejadez vuelve y va en aumento. "
La desaparición del rótulo de Anamorfosis es un ejemplo que da valor a las palabras de Ana. Dice que el robo le ha hecho replantearse si vale la pena seguir con Anamorfosis o no. "Muchos vecinos tienen miedo de que los negocios de toda la vida digamos basta, nos vayamos del barrio y en nuestro lugar pongan tiendas de souvenirs u otro tipo de negocio. Se perdería el encanto del Gótico, seguro." Si esto ocurre no se podrá decir que no se avisó. Ana, como muchos, hace tiempo que lo hace. Y algún día se hartarán.