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Cómo comer bien en la oficina

Escrito por
Pau Roca
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Si calculamos las horas que pasamos sentados en la silla de nuestro puesto de trabajo, nos asustaremos. Mantener una posición correcta en la silla, estirar las piernas cada quince minutos, beber agua... todo esto hace tiempo que sabemos que es importante, pero en la ofi, muchas veces comemos rápido y mal. O picamos entre horas cualquier cosa, y esto afecta a nuestro rendimiento y, claro, a nuestra salud. Si sois de los que no encontráis la manera de comer bien en el trabajo, aquí tenéis algunos consejos que han preparado desde Kaiku, más otros de cosecha propia.


Alimentos que estimulen la circulación

Nos pasamos muchas horas sin movernos, con el culo en el asiento y solo ejercitando los dedos de las manos, tecleando. Debemos intentar comer alimentos que vayan bien para la circulación y la oxigenación de nuestro cuerpo. ¿Ejemplos? Aguacate, nueces o las semillas de la chia. ¡Estas últimas tienen cinco veces más calcio que la leche!

Comer conscientemente y con tranquilidad

Importante no comer mientras trabajamos. Parece muy obvio, pero si comemos al mismo tiempo que trabajamos el cuerpo no absorbe bien los alimentos, bebemos menos, y comemos rápidamente. Además, afectará la relación con los compañeros, ya que comer es un momento especial y perfecto para socializar. ¡Ah! Un truco: comer con la mano izquierda, si sois diestros, y con la derecha si sois zurdos. Lo haréis más lentos y os ayudará a digerir bien.

Tupper sí, pero bien hecho

El tema del tupper es delicado. Es imprescindible si no queremos dejarnos la nómina en menús de mediodía, pero hay que prepararlo bien. Kaiku recomienda que la mitad de la fiambrera sea de vegetales, un cuarto de proteínas y el último cuarto de hidratos de carbono. Y de postre, una pieza de fruta o un yogur.

Tenemos que ir dejando el café

El café aumenta el colesterol, la hipertensión y hace que eliminemos mucha agua y sodio. Vaya, quizá no es la mejor bebida para empezar el día. Algunos de los mejores sustitutivos son las infusiones de canela y jengibre (las podéis encontrar en cualquier herbolario), té verde con limón... ¡y el matcha!

No picar entre horas

Estamos trabajando, quizá más nerviosos de lo que estamos normalmente, y sentimos la necesidad de picar algo. ¡No gestionamos bien el estrés! Dulces, caramelos... tampoco son una buena idea. ¿El truco? Dividir el desayuno en dos momentos. El primero en casa, a primera hora de la mañana, y el otro sobre el mediodía. Una pieza de fruta, por ejemplo. E incorporad una merienda a media tarde. Un yogur desnatado es una buena opción.

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