L'Antiquari

Más de cuarenta años de historia y una ubicación de traca frente a la Plaza del Rey hacen de l'Antiquari un local que debería ser patrimonio protegido del Barrio Gótico, un intocable. Mientras Ciutat Vella se empeña en convertirse en Terra Mítica, un reclamo en cartón piedra para manadas de guiris, bares como éste nos recuerdan, como vestigios bohemios que son, como fue el Gótico de verdad , antes de que se convirtiera en un holograma engañoso .

El nombre del local hace justicia a sus entrañas. Tendrás la sensación de estar en una tienda de antigüedades reconvertida en acogedor bar de cócteles. Aquí no hay lugar para experimentos minimalistas o diseños escandinavos  Los colores son rojizos , las paredes forradas de piedra antigua, vigas de madera atravesando el techo. Se imponen los muebles antiguos restaurados, los sillones señoriales , piezas con historia como un saxo o las tallas de unos angelitos, que se reparten por el salón de la entrada y el piso superior, un espacio amplio , lleno de mobiliario viejo , mágico .

En la barra, las cañas de Moritz salen al dente, con un montículo de espuma delicioso , en copa. El bàrman también juega con una carta de cócteles clásica que para mi gusto tiene en el margarita uno de sus mejor venenos. En los altavoces , Massive Attack. Mi novia riendo en un chaise longue ante la barra. La atmósfera es única. Un trozo del Gótic de verdad en un Gótic cada vez más de mentira.