Bar Bodega Pàdua

Al pie del Putxet, cerca de la calle Balmes, hace años que reina el Bar Bodega Pàdua. Sobre la acera tiene dos tinas, un burro de cartón-piedra con ruedas y un cartel que anuncia el "Aperitivo anticrisis": un filete de anchoa, vermut Yzaguirre, aceitunas y patatas chips por 1,95 euros! Es un buen compendio de lo que nos encontraremos dentro: barricas de vino-fue almacén de vinos treinta años-, precios razonables servidos con alegría, y animales. Como bien dice Jordi (Ratón), el dueño, cuando alguien les pide una estrella: "Aquí la estrella es en Ricky y la cerveza, la Moritz". Ricky es un loro de 28 años que es el alma del local, canta y habla por los codos y saluda todos.

La familia Ratón-ahora Jordi y su mujer Ruth-regenta el local desde el año 1979, cuando su padre, don Vicente, lo compró y lo fue habilitando como bar restaurante. El local es grande y alargado, con tres zonas: la entrada que recorre toda la barra, el salón con las botas y la salida, un trago de aire libre.

En la decoración del local participa el padre de Ruth, el Vicente Calatayud, que siempre inventa nuevas ideas, como la colección de bebidas antiguas los muebles improvisados​​. En el salón también está el rincón del músico, con instrumentos regalados por clientes-como un bajo 60 y una caja de música del XIX-para el insigne compositor Joan Guinjoan es vecino y hace muchos años que viene. En el Bar Bodega Padua se hacen menús-especialidad en caracoles y arroces-y se está muy bien.