Esta vinatería del barrio de Sant Antoni que nace de la unión entre la ilusión y la pasión, es un espacio que mezcla vinos y emociones al mismo tiempo. Es también un ejemplo de cómo toda afición puede transformarse en pasión y, finalmente, en profesión. Y precisamente eso es lo que tanto caracteriza el local: el amor por aquello que hacen y transmitirlo a todos los que pasáis ya sea a tomar una copa, a hacer una cata o ver las exposiciones de arte que se organizan.
De decoración delicada, Vinatería Rosaluna es un sitio ideal para ir con amigos y disfrutar de la fantástica selección de los mejores vinos nacionales y no nacionales -especialmente centrados en los catalanes- que equilibran perfectamente la relación entre calidad-precio y, también, de bodegas que elaboran el producto de manera artesanal, con bajas producciones y alejadas de grandes canales de distribución.
Vale la pena hacer una visita porque seguro que volvéis.