Stampi

Francesco Giardina es italiano, pero usa la palabra 'cubata' con mucha más autoridad que tú y que yo. Y eso nos hace deducir que, si el propietario de esta pequeña coctelería de Gracia aún prioriza este término ante cóctel o combinado, probablemente es que conoce la evolución de la coctelería en nuestro país en la última década y que, por tanto, este Stampi de apariencia 'hipster' merece un voto de confianza.

De hecho, Francesco -copropietari del local- ha trabajado 12 años de barman y 'brand manager' de destilados. En Milán fue discípulo de Gianmario Artosa en el Marriott, y ya en Barcelona, ​​fue responsable, entre otros, del Bobby Gin. "No puedes ser un buen coctelero si antes no has recogido copas", afirma Francesco, que tiene una relación de amor y odio con el giro que ha dado el mundo de la coctelería en los últimos años. "Ha llegado a más gente, lo que tenemos que agradecer al gintònic, pero hay un esnobismo que cansa: un día pregunté a una 'bartender' por qué sólo tenía dos Coca-Colas en la nevera y me contestó, indignada , que ella hacía cócteles ".

Huyendo de esta corriente elitista, abrió la pequeña Stampi, donde Francesco crea cócteles de cosecha propia como el Josephine Baker, con vodka, jarabe de hibisco, limón, licor de frambuesa y tónica, "muy femenino, ya que el 80 % de nuestros clientes son mujeres "; o el Xochitl, con tequila, lima, saúco y pomelo, que significa 'flor' en azteca y es el segundo nombre de su mujer.

Pero no os preocupéis si no os convence la carta, porqué Francesco creará para vosotros, feliz, un cóctel personalizado y conseguirá cosas como "que te guste el tequila". Os preparará unas tapas italianas que pueden ser quesos y embutidos, pero también guacamole, nachos, bocadillos o quesadillas. Os hará un buen café y un croissant si lo que deseáis es merendar, os servirá un vinito italiano y, si lo deseáis, también os hará un 'cubata'.