No hace honor a su nombre: está en el centro del meollo de la vida LGTBI. "Se llama así porque en Argentina se dice mucho 'está en el quinto coño", explica uno de los socios. Pero esta coctelería es la antítesis de la expresión. Con unos camareros predispuestos al diálogo, clientela fiel y unos cócteles deliciosos para ponerte hasta el moño, que recordarás cuando en la discoteca te sirvan un cubata con poca gracia dentro de un tubo de plástico con demasiado hielo.
La música pop acompañada por videoclips del año 2000 y una luz de color rosa neón os animan a tomarla te más de uno. Aquí la nostalgia tiene el color que le corresponde.
Los cócteles se hacen bajo recomendación: "¿Dulce, cítrico o fresco?". Contestas y empieza una noche de dejarse llevar. Y es igual que acabes en el bar de abajo casa haciendo la última cerveza, en el sofá mirando una serie o bailando al ritmo de cualquier música en la sala de una discoteca; porque lo harás con buen sabor.