La recuperación de platos telúricos de la tradición mexicana pasados por el tamiz de las técnicas de vanguardia y el producto de proximidad catalán es el leitmotiv de Oaxaca, uno de los mejores mexicanos de Barcelona. Entre los platos estrella, hay que reivindicar el pulpo tatemado y el mole con pollo del Prat. Cabe mencionar las tortillas y el guacamole preparado en la mesa, entre otros. Además del restaurante, el Oaxaca puede presumir de una mezcaleria con más de 200 marcas, y una atractiva decoración con cuero, madera y acero como elementos predominantes. Tienen su propia huerta mexicana. Y cada día llevan al restaurante chiles, jalapeños, nopales y más productos cultivados por ellos mismos cerca de Barcelona.
De esto sabe un montón Joan Bagur, un chef menorquín que, de la alta cocina de Barcelona, fue a México a estudiar su tradición. "Pasé de las Michelin a pelar patatas y aprender de mujeres que no sabían escribir, como Titita Ramírez, pero que lo conocen todo de la tradición", explica. Desde el año 2000 vive entre México y Barcelona, siendo uno de los chefs que mejor entiende y practica la correspondencia entre la cocina del viejo y el nuevo mundo.