Pocos lugares encontrarás como este en Barcelona: un vivero cultural que se dedica a promover cultura emergente y con una propuesta gastronómica tan cuidadosa como su programación. Este antiguo garaje es un restaurante diáfano, que dispone de un escenario por el que desfilan propuestas a menudo cruzadas con la gastronomía: ¡como una parrillada argentina con poesía y cumbia!
Un mediodía de fin de semana cualquiera te puedes zampar un maravilloso pepito mar y montaña –¡con atún a la plancha, tocino, tapas y pimientos de Padrón!– y una ensaladilla rusa impecable, mientras la resaca se disuelve en un balsámico concierto de tango electrónico. Consultad la programación, siempre hay algo que vale la pena. O mejor aún, acércate un domingo en franja vermut a ver qué pasa.