Intrèpid (CERRADO)

Ya lo decía el aforismo chino: hombre antipático no pone negocio. Por eso, cuando supe que el humorista y monologuista Andreu Casanova había abierto un bar, pensé que valía la pena asomar la cabeza. Tienes que confiar en un tipo que triunfa con un monólogo humorístico que se llama '50 sombras de Andreu '. Y más si hay conexión china de por medio: "Nosotros hemos hecho la historia al revés. Esto era un bar que lo había cogido un chino que había puesto el típico bar de chinos. Somos los primeros que le cogemos el bar al chino", ríe. También se puede confiar en el Casanova hotelero, se enorgullece de haber estudiado Hostelería y de haber trabajado dos años en la sala del Cinc Sentits. "Después me enganché a la comedia y el artisteo. Tengo la hostelería como algo vocacional, pero quema mucho. Y con mi socio, que es productor, surgió la oportunidad de coger un restaurante".

De hecho, el Intrèpid cumple esa función ciudadana tan necesaria del bar Manolo made in China: abre todos los días a todas horas. El local –una acogedora ele diáfana con una zona de mesas altas comunes y bajitas individuales– ofrece un repertorio de tapas cuidadosas, de 12 a 24 h. Que no son nada del otro mundo, pero que están ejecutadas de manera impecable y tienen una relación calidad-precio muy, muy atractiva.

No hacen menú, porque "esto un bar de tapas y los precios se mueven en una horquilla para que la gente coma sin preocuparse", explica Jonathan Rodríguez, el encargado. Vale la pena pedir un dúo de hamburguesitas (5 €) con una salsa casera donde intuyo bourbon y miel –la receta es del padre del cocinero y no abren boca– o un pulpo a la plancha y Parmentier (8 €). Y también una pequeña tabla de quesos acertadísima, o una ración de arroz negro con sepia (7 €). Quien viva preocupado por la línea y la OMS, encontrará un repertorio de entrantes saludables (pequeña crítica: el cebiche de pulpo para que lo sea necesita jugo, ¡si no es un salpicón!).

Y les honra que no carguen los precios de la bebida para ofrecer comida asequible. La mediana de cerveza vale 1,80 €, y si pedís un vino –tienen una buena selección en copas, a partir de 3 €– Jonathan os hará probar tres o cuatro para que os decidáis. Y la terraza (nimia) vale la pena: "Vista inmejorable del paso de vehículos por Torrent de l'Olla. Si os gustan el sol y los coches esta es vuestra terraza", se mea de risa del humorista.