El Raconet es el bar Manolo de toda la vida donde los vecinos van a hacerse unas cervezas al terminar el trabajo. Ahora, la mayoría se han convertido en chinos de birras económicas. Pero éste lo ha cogido Eva con la intención de mantener el alma de barrio y librarse del 'look' máquina tragaperras. La apariencia de bar donde ir a hacer un mini y un café cambia radicalmente cuando descubres la terraza interior.
Recuerda un patio andaluz, decorado con azulejos de color azul pescador. Unas cuantas plantas colocadas con mucho gusto y un pozo recubierto de césped, que situado entre las mesas, crea el clima romántico que permite desconectar de las calles de Barcelona. La propietaria quiere aprovechar el rinconcito idílico y, a partir de septiembre, ofrecerá música en directo acompañados de copas.
Si busca un espacio de intimidad o una terraza con encanto para disfrutar del verano, este modesto local os sorprenderá cuanto atraviese la cortina de tiras de plástico y llegue al patio. Por cierto, los animales también son bienvenidos. Y si para acompañar el aperitivo desea picar algo, la minihamburguesas con cebolla caramelizada ha enamorado los vecinos reticentes que no iban más allá de los frutos secos.