Con el intrépido barman Javier de las Muelas no se juega. Ni tampoco con la legendaria barra de esta coctelería reconocida internacionalmente como una de las mejores del planeta. Son muy listos. La barra es el escenario de las coreografías más complicadas. Aquí se venera al cóctel. No salgáis sin probar el Dry Martini –sin competencia en Barcelona– y alguna de las creaciones magistrales de De Las Muelas. A pesar de su popularidad y del 'punch' mediático de su barman, el Dry Martini continúa siendo una referencia ineludible. Y es que, señores, eso no es una coctelería, es una iglesia.
La gran virtud de esta barra señorial es que compagina las creaciones de coctelería de vanguardia y creativa con una atención de la vieja escuela. Este año lo encontraréis en el número 51 de los mejores bares del mundo, que no es poca cosa.