Si sois madrugadores, de los que se levantan predispuestos a desayunar un contundente bol de cereales, crujiente y tradicional, esta cafetería situada en la Esquerra de l’Eixample es justo lo que estábais buscando. Y no hace falta que os limiteis a la primera comida del día; el horario de apertura también permite ir a merendar. Nacido en Madrid en 2016, el Cereal Hunters se convertía en el primer 'cereal café' español. Tan solo un año después se instalaba en Barcelona, poniendo a disposición de los ciudadanos más de 150 tipos de cereales, 20 opciones diferentes de leche –vegetal y animal– y unos 'toppings' que, los combines como los combines, quedan como anillo al dedo.
El proceso de pedir es muy sencillo: te acercas a la barra, te fijas en la pared repleta de cajas de cereales que tienes delante de las narices y eliges los que más te apetezcan. Después lees las opciones de leche y de 'toppings' del menú que hay en el mostrador y creas un bol personalizado que se ajuste a todos tus antojos. Y la cosa no acaba aquí; a pesar de que los cereales son el producto estrella, tenéis la opción de pedir un batido o un café con leche y, además de nata, añadirles Lucky Charms, Cheerios o Froot Loops, entre otros. ¿El precio? Muy razonable y de acuerdo con la calidad.
El aire hipster que se respira es innegable. El local, con ladrillo visto y cereales expuestos por todas los paredes, resulta un lugar ideal para detenerse antes de empezar la jornada laboral. Las luces que cuelgan del techo y apuntan directamente a las mesas ofrecen un ambiente zen y íntimo que a la vez te permite leer el periódico, avanzar trabajo en el portátil y (¡importante!) ver lo que estás comiendo. Una 'playlist' variada hará que, incluso si te has levantado con el pie izquierdo, salgas por la puerta con las energías renovadas.