Cara B (CERRADO)

Luces hechas de partituras de música. Una pared de casetes. Una máquina de dardos. Una foto de los Jackson 5. Una joya en forma de patio trasero, pequeño cobijo al aire libre para tomarse una birra al atardecer de un día cualquiera. Nueve tiradores de birra artesana que cada semana cambian, excepto la belga Chouffe y la alemana Weihenstephan, de trigo, que mantienen por petición popular y calidad probada. Y, sobre todo, una licencia para hacer música en directo, de las pocas que hay en Gracia: ¡y no la desaprovecharán!

Esto es el Cara B, un bar que era de los dueños de El coleccionista y La Rovira y se traspasaron porque querían pasar página del tema nocturnidad impenitente. Lo han cogido Sofía, Gabriel y Mahad para darle nueva vida e impulso con su empuje, y la inestimable ayuda de la Esteban en la barra! Empezando por la imagen (el logo, de Jesús Navas, es potente y se recuerda), pasando por las expos (ahora tienen una de collages dGaby Gallego) y terminando por Noon, las noches de electrónica quincenal que programan: el Cara B ha renovado clientela, energía y carácter.

Siempre pasan cosas: puede ser un recital de poesía, un concierto de dos jovencísimos irlandeses que explotan el local y dejan a todo el mundo boquiabierto con su folk-blues (The Ocelot), microteatro, monólogos o una sesión de techno y house (hoy han pinchado Sampol, Jessica Díaz o Gustavho Bacilo).

Tienen ganas de innovar, de probar, de ser una especie de centro cultural alternativo. De tomar el relevo del Helio -¡es bueno tener referentes de altura! - y mantener la llama viva: que Gracia no pierda empuje. Seguro que con las ganas que ponen lo consiguen.