Cal Soci, como dicen, es más que un club y más que un bar. Después de mucho tiempo trabajando en el mundo de la hotelería, como camarero y cocinero, Luxo y Miqui decidieron abrir casa propia. Y querían que tuviera la esencia de los bares de antes, pero también teniendo en cuenta la inclusividad y las dietas para todo el mundo. Así, en Cal Soci os podéis tragar desde una ensaladilla vegana hasta unas fenomenales costillas de cerdo lacadas. Este es un lugar con alma menorquina, y esto se nota en recetas como un bacalao con sobrasada o una tabla de quesos isleños. Son versátiles: tanto te hacen unas bravas sexis y albóndigas para tomar una noche pim-pam, como arroces potentes los fines de semana.