Cuando el restaurador Kim Díaz se pone manos a la obra (Bar Mut, Muticlub, Bocadillos Díaz), no se pone por poco: la Bodega Solera, abierta en verano de 2023, es la interpretación que hace Díaz de la taberna gaditana cruzada con el bar de vinos a la francesa. "Me imaginé la peripecia de una familia andaluza que se instaló en la Barcelona de los sesenta y abrió una bodega. Y que pudo enviar a los dos niños a estudiar enología en Francia y volvieron con ideas de vinos naturales", explica. Cerveza bien tirada y una carta de vinos majestuosa: unas 650 referencias presentadas en carpesano, en la que "los vinos naturales se integran con los de toda la vida, y el lema es vino para todos", resume Díaz. Otra misión de la Solera es la de reivindicar el vino de jerez.
¿Comer? Mucho y bien. ¡Tienen un cortador de jamón con titulación! Y en una barra baja manda Dani Sánchez, el segundo de cocina del Bar Mut, que ahora lleva las riendas de una tapa de bodega de alta calidad. Sánchez, con padres de murcianos, ha optado por "reversionar cosas que he visto por casa y tapas de bodeguita, que al final son combinaciones básicas pero muy bien hechas". Hay una pizarra luminosa en la que conviven delicias del sur como montaditos de regañá –sí, el lacito de pan– con ensalada rusa y anchoa, con una ensalada de tomate de Barbastro –marinado en AOVE hojiblanca y cebolla adobada– y un canónico y catalanísimo fricandó de 'llata': un repertorio amplio y versátil, tan apto para comer algo rápido como para aposentar los codos en el mármol y vivir la vida. No os perdáis el caíllo, montadito de guiso que solo hacen en Caravaca de la Cruz y aquí. Y ojo en el bar dentro del bar dedicado a Lola Flores.