En el número 33 de la avenida Mistral e inspirado en el enigmático Club 33 de Disneyland. En breve, tendrá 33 cócteles en carta ... En este bar todo tiene una razón de ser, incluso el número que le da nombre. El alquimista Santi Ortiz (ex Bobby Gin, ex Ohla) ha decidido tomar el atajo y hacerse una coctelería a medida; sin reglas y arriesgando. No caben más de quince personas, es una trinchera penombrosa que flirtea con el concepto speakeasy y tiene un bartender supremo con muñeca y cerebro.
Muñeca, porque técnicamente es impecable; cerebro, porque cada cóctel es una peli, un derrame de creatividad. Santi quema un pedazo de madera de palo santo y cierra la copa en una urna, con el humo aromático. Parece un científico de cómic, pero en lugar de probetas le rodean montañas de botellas y una increíble colección de whiskies. En el 33 beberéis alta gastronomía y engulliréis elementos imposibles como ketchup de piña, infusionados de musgo o jarabe de queso azul.
Las creaciones del Santi juegan con el bebedor, lo retienen. Son obras de arte que se pagan como lo que son y no bajan de los 10 euros. Por cierto, si vas en fin de semana, tendrás que reservar allí y entrar por detrás del restaurante Cuba de Janeiro, como si estuvieras en plena ley seca.