Planteada con un criterio divulgativo, esta exposición se marca un doble reto: dar a conocer cómo era el mundo a principios del siglo XVIII, por una parte, y descubrir el carácter cosmopolita de Barcelona, una ciudad plenamente integrada en los circuitos internacionales, en el contexto de la Guerra de Sucesión. El protagonismo de la capital y de Cataluña en el conflicto, desde el primer momento hasta el final, y sus consecuencias en el futuro del país son otros de los ejes de la muestra. En la exposición se explicará el sistema mundial hacia el 1714, el perfilamiento de la Europa moderna y el contraste con las grandes potencias orientales (China e India ). En su núcleo central dedicará cuatro grandes elementos museísticos al puerto de
Barcelona, punto de llegada de productos y personas de todo el mundo, a la corte de Carlos de Austria, un palacio multicultural, a los combatientes extranjeros y al Hospital de la Santa Creu, que, gracias a su asistencia, permitió a la ciudad resistir nueve años de ataques y enfrentamientos. Para terminar, el exilio austracista contará también con un lugar destacado en la muestra, un análisis de una época clave en la formación de los estados nación en Europa y el inicio de la globalización.