Warhol. El arte mecánico

Andy Warhol es un artista superficial, mecánico, obvio... y tan universal como un bostezo. Andy Warhol es un magnífico ejemplar de creador contemporáneo, alumno aventajado de Salvador Dalí y maestro de genios como Steve Jobs.
Lo podéis comprobar en la gran retrospectiva del CaixaForum: 352 pinturas y esculturas, además de instalaciones, filmaciones, diseños de revistas y portadas de elepés procedentes de museos de todo el mundo como el Andy Warhol Museum de Pittsburgh, el MoMA de Nueva York, el Pompidou de París y la Tate de Londres. Una oportunidad única de captar este fenómeno artístico, sociológico y empresarial en todo su esplendor en estricto orden cronológico.
Warhol eleva al altar estético presencias tan cotidianas como botellas de Coca-Cola, billetes de dólar, iconografía de estrellas mediáticas (Marilyn, Jackie Kennedy), accidentes aparatosos extraídos de gacetas populares, sillas eléctricas, rostros de millonarios... Es el profeta de la sociedad de consumo como paradigma: "la Coca-Cola es la cosa más democrática del mundo. La reina de Inglaterra nunca podrá beber una Coca-Cola mejor que cualquiera de nosotros", afirmaba. Autor de pensamientos que cabrían en una galleta de la suerte china, también acuñó la sentencia: "Un día, todos seremos famosos durante quince minutos". Bingo.
La exposición de Warhol, una de las más importantes de la temporada artística barcelonesa, no aporta nada nuevo pero es de visita obligada. Warhol acaba con el mito romántico del arte, con el artista de alma torturada. Casi mudo, de piel grasa, disimulaba la calva con pelucas ordinarias, comía chicle y no paraba de hacer polaroids o de grabar a la gente con el magnetófono. Gay transgresor, iba a misa todos los domingos. Fue también un emprendedor creativo, incansable, que recompensaba a sus numerosos colaboradores con sueldos de miseria. Y productor de cine, editor de la revista 'Interview', impulsor del grupo de rock The Velvet Underground, organizador de fiestas psicodélicas, 'celebrity' ocasional en series como 'Vacaciones en el mar'... Nunca ocultó su amor por dinero y la fama.
Ante la obra de Warhol no hay nada que decir. Pero esto no quiere decir que sea vacía. Nos enfrenta a nosotros mismos sin metafísicas. La violencia, el alimento, el deseo, el reconocimiento, la muerte. Y punto. Sin romanticismo ni heroísmo. Warhol decía: "Si tienes un problema, cuéntaselo a tu grabadora. En lugar de un problema ahora tienes una historia apasionante". Más americano, imposible.