Las obras que Vanessa Muñoz Molinero presenta en esta exposición se ubican, geológicamente, en una encrucijada tectónica. Con ellas pretende romper con la permanencia de la escultura situando la forma fuera del espacio en que se ubica. Como artista plástica y visual, se centra literalmente en ello sin retóricas, poniendo enfoque en la tensión puramente patérica, y convirtiendo el concepto en un simple pretexto en el proceso creativo, para conseguir una tautología formal a través de la técnica.
En sus piezas crea un enfrentamiento entre formas y materiales de naturalezas totalmente opuestas. Mezclando tratamiento geométrico, poliedros, líneas rectas, curvas, con materiales fríos y cálidos. Estas tensiones visuales generan las formas y de esta fricción entre texturas orgánicas y artificiales, cálidas y frías, rugosas y pulidas, brotan narrativas que en ocasiones adquieren tintes alquímicos y otras veces entroncan formalmente con la tradición constructivista.