Un pie fuera. Expediciones i diásporas: La ficción es una realidad por suceder

Existe un mundo fantástico donde los lunares se convierten en confeti, los unicornios tienen una zanahoria en la cabeza en lugar de cuerno y, como todo el mundo disfruta de las mismas capacidades físicas e intelectuales, las teorías de Darwin parecen un chiste malo y las Olimpiadas ¡son aún más aburridas!
Es una realidad paralela que alocadamente dibuja, escribe y lee Ana Garcia-Pineda. Sus historias delirantes están protagonizadas por unos personajes que defienden a ultranza acabar con la homonimia: conseguir que cada palabra tenga un solo significado para evitar más malentendidos. Si triunfan, ya no habrá, como pinta de manera naif y con trazo sencillo, barras de pan en los bares para aguantar las copas, ni trozos de dedos en medio de un huevo frito... Son fragmentos de cuentos ilustrados o imágenes para unas narraciones desbaratadas que Garcia-Pineda recita con serenidad, acompañando cada una de las obras.
Pero no todo el monte es orégano en este relato expandido. Hay sitio para imaginarios distópicos: la creatividad y la contemplación están prohibidas, los agujeros desaparecen y no hay ventanas; extirpan las partes del cuerpo que no son útiles y, como todo es privado, para caminar por la calle hay que alquilar el uso del pavimento. Una combinación de arte y humor absurdo que luce más narrativamente que plásticamente.