La galería Mayoral inicia la conmemoración del 30 aniversario con una muestra dedicada a Antoni Tàpies. Cuenta con un comisario de lujo, el artista y filósofo Arnau Puig, cofundador de Dau al Set y amigo y largo conocedor de la obra del artista. "Lo he visto entusiasmado, enfadado, hemos sido uña y carne. Sé anécdotas, circunstancias, derrotas; Tàpies es un artista largo y complejo, que nos sigue interpelando y conmoviendo", dijo Puig.
Se presentan una decena de obras de entre 1959, cuando Tàpies ya había participado en las bienales de Sao Paulo y Venecia, hasta el 2002. Son creaciones texturizadas, pinturas con señales -lo que Puig llama alaridos e incisions- donde encontramos símbolos y referencias que acompañaron al artista durante su trayectoria. Nos sorprenden obras como 'Empremtes d'assiettes' (1973) y 'Nuat' (1997).
La propuesta supone una continuación en la línea de la Mayoral de revisitar artistas históricos de la contemporaneidad, pero con Tàpies quieren ir más allá y se preguntan qué lugar ocupa hoy en la ciudad, entre la academia, los críticos y los artistas y también en el mercado; el diálogo comienza en la exposición, con piezas a la venta a partir de los 150.000 euros, y se completa con el catálogo editado para la ocasión, con textos históricos y entrevistas a los cuatro directores de la Fundación Tàpies, el espacio de investigación contemporánea que el artista propulsó en los 90.