Día de recogida de muebles viejos en el Eixample. Un chico pasa de largo de la montaña de escombros, donde domina la madera, pero vuelve sobre sus pasos. Ha visto una rueda -yo también la he visto- y quizá ha sentido que tenía que rescatar aquella bicicleta, porque todavía puede sacarle partido. Quizá necesita una reparación de las caras, no importa, pero es poco digno acabar medio deshecha entre un montón de chatarra, sin más liturgia. Einstein comparó la bicicleta con la vida y Freddie Mercury le cantaba canciones; por no hablar de los versos que la citan, como el de Pere Gimferrer. Creemos que algo se mueve cuando alguien se detiene para contemplar una bicicleta.
Las dos ruedas viven un momento dulce y no es sólo por obra y gracias de las fixies. Aprovechando que son una buena postal de verano -y que cada vez están más integradas en el paisaje urbano y se han ganado un respeto y un sitio como medio de transporte -, en la galería Mitte han decidido rendirles homenaje con una pequeña exposición, 'SuperBike Me!'. La directora de la galería, Alejandra Raschkes, apunta que el proyecto surgió de dos fanáticos del universo ciclista, Jordi Cortinas y Franc Lluís; querían que la rueda girara 360 grados para descubrir todos los prismas de la bicicleta, que es juguete, y el Tour de Francia, pero también se puede interpretar como un elemento de cultura o tener un lado social, para acabar convertida en objeto de diseño.
La muestra reúne las obras de ilustradores y artistas que han pintado lo que les ha sugerido este clásico del transporte: Caroline Selmes hace circular en un tándem a caras conocidas de la cultura popular y Daniela Carvalho humaniza el medio y lo utiliza para pintar los rostros de las cuatro estaciones. En contraste con las visiones más fantásticas, nos topamos con el realismo poético de Anton Marrast, que dibuja bicicletas en descomposición, bajo los efectos de los ladrones de ruedas y de las inclemencias del tiempo. Sus hierros encadenados a los aparcamientos -que llevan por título Please come back- nos roban el corazón, casi tanto como los apuntes de las Panther BMX de Lapin.
Los radios de la fortuna
Pero en 'SuperBike Me!' también hay espacio para la reivindicación, como la del equipo paraciclista Genesis, que compite con bicicletas adaptadas, o la de los Amics de la Bici, que a través de fotografías con la ciudad como telón de fondo reflexionan sobre las problemáticas abiertas alrededor de la bici (han recogido propuestas que harán llegar al Ayuntamiento). ¿Hay bicicletas para empezar a pedalear? A la Mitte han llegado un par de piezas de museo, de marcas de toda la vida que se reinventan, como Rabasa y J. Vall. Los fanáticos las querrán tocar, y pedirán hacer girar la rueda y probar suerte en la ruleta.
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