Una historia que no termina ni empieza nunca. Esta es la premisa del ensayo fílmico de Mar Reikiavik que se expone en la Fundación Joan Brossa en una exposición titulada 'Principio, principio, principio'. Se trata de una fila de siete proyectores analógicos que reproducen siete películas de 3 minutos de duración en suspensión, por lo que se rompe la secuencialidad narrativa del relato para contar una historia que no termina ni empieza nunca.
La instalación es la continuación del proyecto 'Principio' de la artista valenciana, una proyección que invitaba a reflexionar sobre la suficiencia de lo que nace y es uno de los tres proyectos ganadores de la convocatoria abierta PostBrossa 2023-2024.