¿Por qué no lees poesía?

El día que Josep Pedrals dijo que abandonaba las noches poéticas en la trastienda del Horiginal nos quedamos medio huérfanos. Suerte que todavía tenemos a Jaume Pons Alorda recitando versos apocalípticos como un Júpiter tronante, micrófono en mano, y repartiendo sobrasadas desde todos los escenarios de Cataluña.
Labreu. 200 pág. 15 €.

Desde la muerte del maestro Francesc Garriga, Màrius Sampere se ha quedado solo aguantando la antorcha de los de su quinta. Ahora nos turba el ánimo con un libro elegíaco lleno de bestias refinadas y sabios con mala carácter que todavía no han entendido que la gracia de vivir recae en la ignorancia. Dadle una palanca, que moverá el mundo.
Barcino. 80 pág. 15 €.

Hace unos años Unai Velasco ganó el premio Miguel Hernández de poesía, y pasó a la esfera pública de las letras hispanas. Con 28 años, este chico nacido en Barcelona ha lanzado su segundo poemario, un canto entusiasta que mezcla la liturgia del madrigal con el grito de juventud más enérgico.
La Bella Varsovia. 68 pág. 10 €.

Veterana, reconsagrada y todavía al pie del cañón, Mireia Vidal-Conte nos tiene siempre alerta. Este nuevo título está dedicado al abuelo y al recuerdo de aquellos cucuruchos de alpiste que se vendían en la plaza de Catalunya para tirar a las palomas. Algunos dicen que es un agujero en la memoria. Otros, que es de los que alimentan.
L'Afrau. 72 pág. 12 €

Somos cadáveres que buscan un ataúd en medio de la ciudad. Esto dice Esteve Plantada, evocando los cuadros inquietantes de Grosz, las películas de Fritz Lang. Con 'Fosca límit' nos lleva de paseo por un infierno de asfalto donde el amor va envuelto en un sudario y la mutilación es como bajar a comprar el periódico. “Les crostes en el mot no dit”.
AdiA. 65 pág. 10 €.

Lo hemos escuchado glosando con mucho espectáculo las obra completas de Blai Bonet, y lo hemos visto recitar con alpargatas catalanas algunos poemas que suenan a epitafio prematuro. Ahora, Pau Vadell se siente traicionado. 'Traït'. Así se llama su libro.
Poesia 3 i 4. 59 pág. 12,50 €.

Enric Casasses, nuestro 'homo beat', escribió 'De la nota del preu del sopar del mosso' a finales de los 70, pero no lo publicó hasta 1997. Aún así, este pequeño tesoro llevaba años fuera de catálogo, y solo se podía ver, que no tocar, en una vitrina del Heliogàbal. Por fin le han quitado ya el polvo.
Terrícola. 135 pág. 15 €.

Adrià Targa tenía 22 años cuando le leímos un poema en la que hablaba de unas nubes que se hacían de color de caca. Han pasado más de cinco años desde que se llevó el Gabriel Ferrater, y el pequeño Targa ha ido madurando el estilo. Pero sigue siendo un valiente: como el hijo de Dédalo, se ha puesto unas alas de cera y se propone a tocar el sol.
Ed. Poncianes. 50 pág. 12 €.

Obra del fotógrafo Leopoldo Pomés, el hombre que retrató el barrio Chino como nadie, el que sacó la cámara en la década de los 60 y documentó la Barcelona de pie de calle, la de las paredes medianeras y los bares de carajillo obrero. Ha publicado una colección de poemas inéditos, que se abre con un texto en prosa, 'Escultura blanca', una carta de amor.
Quaderns Crema. 44 pág. 12 €