Obras maestras de CaixaForum

De las primeras cosas que vemos cuando entramos en CaixaForum es el mural 'Splat' que el artista conceptual Sol Lewit creó en 2001 por encargo de la Fundació Bancària La Caixa. 'Splat' es una onomatopeya, una única palabra que explica todo lo que vemos en estos dieciocho metros de obra. Nueve colores expresados con líneas irregulares. Una obra sencilla, una explosión de color abierta totalmente a la interpretación del espectador, infantil o adulto. Os invitamos a recorrerla de punta a punta. Con perspectiva y de cerca. Jugad con ella como si se tratara de una escenografía.
Para Lewit era más importante la idea que la forma y era muy habitual que sus esculturas y murales los hicieran ayudantes suyos siguiendo las instrucciones del artista. Esto mismo pasó en CaixaForum.

De día puede pasar un poco inadvertida, pero cuando cae la tarde y a fuera oscurece, en CaixaForum empieza una fiesta de luz. Por un lado, en la marquesina exterior, el techo de luces diseñado por el arquitecto Arata Isozaki cambia de color y pinta el hall. Por otro, en medio de la entrada, como un garabato, encontramos el 'Ambiente espacial nº 51-A' (Estructura de neón para la IX Trienal de Milán) de Lucio Fontana (Rosario, Argentina, 1899 - Comabbio, Italia, 1968).
Aunque Fontana es uno de los pintores abstractos más significativos y personales del siglo XX y que también fundó la academia Altamira y escribió el conocido 'Manifiesto blanco' (1946), que fue la base teórica del espacialismo o 'Movimento Spaziale', en CaixaForum podéis admirar esta escultura lumínica.

Una habitación mediana forrada de plomo. Un espacio frío, con una única bombilla como punto de luz y que invita al recogimiento y el aislamiento. Un lugar donde el ser humano se enfrente a sí mismo. Eso es 'Hinter dem Knochen wird gezählt – Schmerzraum' (Se cuenta detrás del hueso – Espacio de dolor). Joseph Beuys hizo esta intervención en 1983 en la galería Konrad Fischer de Düsseldorf y desde entonces solo se ha reinstalado una vez, en su actual ubicación, en CaixaForum.

CaixaForum es un ejemplo perfecto de cómo dos estilos arquitectónicos muy diferentes, casi en las antípodas el uno del otro, pueden convivir en plena armonía.
Después de años de deterioro e invisibilidad, la Fundación Bancaria La Caixa recuperó la fábrica modernista de hilos y tejidos Casaramona, del arquitecto Josep Puig i Cadafalch. Para satisfacer su nueva función fue necesario un gran proyecto, en el cual participó el japonés Arata Isozaki –también responsable del Palau Sant Jordi– y que tuvo como referencia el vecino Pabellón Mies van der Rohe.
Isozaki es el autor de la zona de acceso y de la recepción de CaixaForum sobre la cual flota –casi de forma literal– el edificio modernista. A pie de calle, dando la bienvenida, encontramos la escultura metálica y de cristal en forma de árboles que se comunican con la naturaleza de la zona. ¡Estamos en Montjuïc y tiene que notarse! En el patio de cielo abierto hay un espacio cerrado, el Jardín secreto, con dos dedos de agua. ¿Os atrevéis a meter los pies?