Reseña

Michael Snow. Seqüències

4 de 5 estrellas
  • Arte
  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

Aviso para navegantes. Hay exposiciones, y este es un caso, que no apelan directamente a los sentidos. Con obras que existen porque sí y que no necesitan nuestra simpatía, o nuestra compasión. Hay retrospectivas que nos ignoran. Y ante este hecho, podemos hacer básicamente dos o tres cosas: dar media vuelta de inmediato, dar un paseo rápido y ya está –total, la entrada es gratuita–, o poner el alma en blanco, abrir los sentidos y dejarnos empapar de lo que quiera decirnos este autor. El autor en cuestión es el canadiense Michael Snow. Y ya era hora de que aterrizara en Barcelona. A veces la Virreina tapa agujeros que el MACBA ni considera. Este es un caso. Snow (Toronto, 1928) se ha ganado muchos años la vida como músico de jazz, pero ha trabajado también los filmes, el vídeo, la pintura, la escultura, los libros y las instalaciones. Y todo lo ha hecho desde el otro lado, como si lo que iba a emprender fuera algo nuevo donde no hay certezas establecidas, como si todavía estuviera por inventar.

Snow se dio a conocer internacionalmente en 1967, cuando su filme experimental 'Wavelength' ganó el Gran Premio en Exprmntl, el festival de cine experimental de Knokke (Bélgica).
Este film es un continuo de 45 minutos que capta, con cámara fija, el recorrido del estudio del artista, y contiene aspectos que serán recurrentes en el trabajo de Snow: la relación entre interior y exterior, entre anverso y reverso, la mutación, el alargamiento o condensación de la imagen y del sonido, la relación entre objeto e imagen, la luz como materia o el continuo espacio / tiempo.
Pero si alguna corriente domina la obra de Snow, este es la gramatización del espacio, la magia de significados y significantes jugando al escondite entre secuencias.

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