Esta es la historia de dos amigos y de un fecundo intercambio creativo, de cómo el ojo del fotógrafo contribuye a la construcción de la imagen pública de la cantante. Hablamos de Toni Catany y de Maria del Mar Bonet, protagonistas de una exposición que subraya el rol decisivo que tuvieron como defensores de la identidad, la lengua y el Mediterráneo a través de la música y el arte.
La muestra recoge un total de 180 piezas, entre discos, carteles y fotografías, repartidos en diferentes ámbitos, desde los inicios del año 1966, fecha de la primera imagen cálida y amorosa que tomó Catany de Bonet, hasta 2017, cuando salió el último disco de la cantante, 'Ultramar'. El fotógrafo, que murió en 2013, había participado haciendo investigación de músicas cubanas.