Imágenes llamativas pero con un aura de misterio. Las pinturas de Mari Eastman crean un universo propio, sugerente, insinuante y atractivo. Figuras solitarias y animales en movimiento protagonizan escenas aparentemente naifs, pero que te atrapan porque puedes detectar en ellas alguna rareza, alguna rendija de oscuridad.
Esta artista de Chicago aterriza en la galería Bombon Projects en una exposición pequeña pero exquisita en la que el espectador puede entrar en el mundo onírico y ambiguo de Eastmann, donde la realidad se confunde con el fake.