Kiss kiss bang bang

Recorrido a través de varios collages, vinculante obras y textos. Y en medio, el silencio. Su punto de partida son dos fotografías que Burroughs dispara en 1964 y su pintura collage, realizada en 1988, Retrato de Alister Crowley. Mientras que su conclusión clara se 'rezo es verdad, todo está permitido', una máxima tan mágica como mítica que, el hombre invisible, incansablemente ha ido repitiendo como un mantra a lo largo de toda su vida. En el espacio expositivo, se instalan obras de ocho artistas que guían al espectador a través de palabras e imágenes para repensar el legado de William S. Burroughs: Iván Argote, Lucía Casas Palomero, Patricia Gadea, Margaret Harrison, Hessie , Momu & no se, Carlos Pazos y Joan Rabascall.