El MEAM presenta la mayor retrospectiva que se ha hecho nunca sobre este artista húngaro, uno de los pintores europeos más representativos de la transición desde mediados del siglo XX al siglo XXI y bastante desconocido por el gran público. Nacido en 1948 en Budapest, comenzó su carrera artística con 12 años pintando óleos. Fue a partir de los 70 cuando su obra hiperrealista empezó a tener más relevancia, llegando a exponer en ciudades como Los Ángeles, San Francisco, Nueva York, Budapest, Munich, Roma, París, Bruselas o Copenhague.
La exposición reúne más de 140 obras de gran formato del artista repasa toda su carrera artística, desde su época azul (la más innovadora, apasionante y expresiva), pasando por su época rosa hasta una buena parte de su etapa final, la más dulce.