El azar, siempre caprichoso, ha hecho que Àngels Ribé, la artista que firma la escultura 'Laberinto', a partir de la cual se vertebra 'En caída libre', haya sido distinguida con el Premio Nacional de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura, en octubre, pocos días después de la inauguración de la exposición. El acierto del comisario, João Laia, sin embargo, va más allá de esta casualidad que ahora puede convertirse en un reclamo para visitar la muestra, surgida de la 'Convocatoria de comisariado. Nuevas miradas sobre la Colección "la Caixa"'. Tomando como punto de partida la crisis estructural en la que vivimos, Laia articula una reflexión en torno a la inestabilidad ecológica, económica, política, social...
El sinuoso laberinto de plástico amarillo de Ribé, presentado por primera vez en el castillo de Verderonne en 1969 y expuesto nuevamente el MACBA en 2011, funciona como un campo magnético a partir del cual orbitan trece obras, realizadas entre finales de los sesenta y la actualidad, de once artistas –Dara Birnbaum y Dan Graham, Andreas Gursky, Georg Baselitz o Rosemarie Trockel, entre otros–. La gran instalación en espiral, que transparenta los transeúntes que transitan desorientados, ejemplifica la angustia y el malestar del discurso curatorial y condiciona un recorrido circular, sin inicio ni final.
En este bucle, destaca especialmente la pieza 'Ondas gravitacionales', a partir de la cual el poeta Eduard Escoffet se apodera del dispositivo de la audioguía para poner voces y sonidos a las obras. El proyecto funciona, como contrapunto a la imponente estructura, para situar al visitante y ofrecerle posibles lecturas y vías de escape. Una banda sonora que os acompañará en el desasosiego por este itinerario junto al abismo.