Unos setenta grabados de Durero, maestro del Renacimiento alemán, se exponen en Barcelona en una muestra que abarca tres espacios del Gótico. Por un lado nos descubren al artista, gran dibujante y grabador que se acercó a todas las temáticas: escenas religiosas, mitológicas, retratos y también crónica social y política. Por otro, nos sitúan en la época y recuerdan el papel de los banqueros -como Jakob Fugger, el Médici de Ausburgo- y la iglesia en la construcción de una primera Europa.
Entre las piezas, propiedad de una coleccionista italiana, destaca la estampa en veinte hojas donde se representa el Gran Carro Triunfal de Maximiliano, y también la Malencionia, un trabajo en buril referenciado en la obra de Subirachs, en la fachada de la Pasión de la Sagrada Familia. De la serie dedicada a la vida de la Virgen, no paséis de largo de la imagen de la Virgen sobre la luna creciente. Durero comerciaba con estas estampas donde evidenciaba un dominio absoluto del dibujo: ahora todavía disfrutamos de sus anatomías y ropajes, de la arquitectura y los paisajes que recreaba.
La exposición tiene lugar simultáneamente en el Real Círculo Artístico (de 10 a 22 h) y en la Catedral y el Museo Diocesano (enero y febrero, de 10 a 19 h; de marzo a mayo, de 10 a 19.45 h).