En el atrio del MACBA hay unos tubos de ventilación de los que normalmente se esconden en las azoteas y en las paredes menos agraciadas de los edificios. Son una obra de Nancy Holt, que dedicó cinco décadas de producción artística a pensar sobre los sistemas ocultos que constituyen y estructuran las formas de estar y percibir el mundo.
La obra de Nancy Holt no es muy conocida. Quizás sí que nos suena el nombre de su pareja, Robert Smithson, que hacía land-art, y por eso a ella se la vinculó a esta corriente artística. Ahora bien, Holt se definía como artista de la percepción.
Esto significa que toda su arte-poesía concreta, piezas sonoras, land art, intervenciones arquitectónicas, libros de artista y dibujos- quiere hacernos pensar sobre el hecho de mirar. ¿Por qué miramos ciertas cosas? ¿Qué perdemos de vista, cuando decidimos fijarnos en algo concreto? ¿Es posible mirar desde un sitio que no sea el que ocupamos en el mundo?
El espectador se formula estas preguntas interactuando con la poesía espacial y visual del artista, que se materializa en piezas como los 'locators', unos tubos de metal que nos invitan a hiperfijarnos en elementos de nuestro entorno o descubrir juegos visuales cotidianos.