Reseña

Christoph Weber. On Fold

3 de 5 estrellas
  • Arte
  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

Para visitar la exposición del artista austriaco Christoph Weber (Viena, 1974) en la galería ProjecteSD, hace falta un buen diccionario inglés / catalán. No encontraréis ni una sola palabra en la pared, sin embargo. La clave está en el título: 'On fold', sobre el pliego. Básicamente, se trata de una serie de bloques de hormigón que sufren ligeros dobleces al ser apoyados sobre superficies angulares. La otra clave es en la noción de continuidad, concretamente en la diferencia entre antes y después.
El hormigón, omnipresente en nuestro paisaje, es el resultado de encofrar esta pasta hasta que se seca. 'To fold', en inglés, significa doblar, pero también envolver, e incluso quebrar. Y estas tres condiciones se conjugan en un montaje minimalista, más lacónico que un tuit pero digno del mejor argumentario barroco. El artista llega al extremo de amoldar los bloques de hormigón en metacrilato para no dejar ninguna huella... Lo mismo en madera produciría 'décollages' innecesarios.
'Béton bruto matrix' consiste en un dibujo de una columna que es a la vez anverso y reverso -pintado en color con polvo de hormigón-, y tres esculturas: la realización tridimensional en madera de la columna está rodeada de dos mitades en acero que podrían ser su molde, si bien este es innecesario. Un palíndromo espacio-temporal. En 'Untitled (Involuntary amalgamation)', una barra de acero normal ha sido soldada a su continuación en acero inoxidable. La divergencia en este caso es temporal: un extremo se oxidará y el otro no. A su lado, 'Carton pierre', un collage de hormigón y papel maché, se dobla a la misma altura que la línea de soldadura. Las fronteras se convierten en simples cambios de rasante.

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