Primera muestra monográfica dedicada a Charlotte Posenenske, que profundiza en la práctica de la artista alemana entre los años 1956 y 1968. Su obra se mueve entre el minimalismo y el conceptual, el arte participativo, la performance, la práctica social y la crítica institucional; en la muestra hay dibujos y pinturas y sus esculturas modulares, que se montaban a criterio del espectador o el comisario, entre otros.
En una declaración de principios en forma de manifiesto publicado en 1968, Posenenske afirmaba: "Las cosas que hago son cambiables, tan sencillas como puedo, reproducibles. Son componentes de un espacio porque son como elementos de construcción, se pueden redistribuir siempre en nuevas combinaciones o posiciones, y de esta manera alteran el espacio. Estas alteraciones corresponden al consumidor, que participa así, una y otra vez, en el proceso de creación". El mismo año de esta reflexión del artista abandonaría la carrera artística para dedicarse a la sociología, especializándose en el estudio del trabajo y la producción industrial.