Autogestión

Después del 15-M, la autogestión ha entrado a formar parte de nuestro vocabulario cotidiano, junto a oscuros conceptos como 'empoderamiento' y 'do it yourself'... nada que no hubiera inventado el romanticismo a finales del XVIII. La Fundació Miró, con el apoyo de la Fundació Banco Sabadell, y bajo el comisariado del artista Antonio Ortega, dedica una muestra a las prácticas artísticas autogestionarias entre la década de 1960 y hoy. La estética, como podéis imaginar, es 'povera', mínima y en algunos momentos propia de Punto Verde.
El gran inspirador de las prácticas autogestionarias en el arte es Gustav Metzger, impulsor de una fracasada huelga general de artistas. Metzger programaba la autodestrucción de sus obras para evitar que el mercado o agentes externos en controlaran el significado. Lo podemos comprobar en un vídeo en la primera sala.
En un espacio contiguo, Cesari Pietroiusti expone una recolecta de objetos domésticos realizada entre sus vecinos, la única condición era que estos consideraran el objeto elegido como 'no arte' -¿no os suena?-. Al pie de los paneles de pared hay notas escritas a mano por la artista Mariona Moncunill. En teoría, deberían ayudar a comprender mejor el discurso de los paneles, pero creedme si os digo que no lo consiguen. Pero la sencillez, la inclusividad y la radicalidad no impiden que haya propuestas magníficas de Miró, Pistoletto, Franz West, Yoko Ono -¡su video de culos es soberbio!- O Gilbert & George. Y es que, en esto de la autogestión, todavía hay clases.