¿Qué esconde la fotografía de Andrea Torres? El rostro. Siempre el de la misma modelo -de hecho, es el suyo- que cambia de vestido y de postura para cada retrato. Se trata de un recurso iconoclasta para repensar la noción de identidad y también de una apuesta creativa: "La foto es un proceso relajado y quería el toque de tensión que aporta la brochazo sobre el rostro", explica la artista.
Entre las nuevas obras de la serie Unknown destacan las imágenes intervenidas con pan de oro, un elemento que la conecta de nuevo con la estética del barroco. "Me di cuenta de que repetía patrones y tonalidades que coincidían con el barroco y la pintura holandesa", reflexiona. Torres sólo dispara con la luz natural de su estudio y la ropa tiene un papel fundamental en sus proyectos. "Me interesan el volumen, las texturas, y como incide la luz en las telas". Y cuando no consigue los colores buscados, no duda en usar programas de edición. Sus obras se han visto en la feria de fotografía de París y también en Montserrat, en forma de pequeña retrospectiva. En la galería Miquel Alzueta presenta sus trabajos más recientes.