Hay piedras en el suelo y piedras en los museos. Algunas sirven para construir edificios, otras pasan media vida dentro de una vitrina para poder ser observadas. ¿Qué diferencia una piedra irrelevante de una obra de arte? ¿Quién lo decide? Estas preguntas son el punto de partida de las creaciones de Irena Visa, ganadora de la convocatoria abierta PostBrossa 2023-24 con una investigación de los procesos que legitiman la arqueología y el arte contemporáneo.
La exposición es una instalación compuesta por 120 piedras que reposan sobre 120 peanas de pino hechas expresamente para ellas, siguiendo su contorno. La artista se pregunta qué pasaría si en la cartela se anunciara que el objeto observado no es nada, o si estas piedras no fueran acompañadas de ninguna peana o vitrina en el ámbito museístico. ¿También las consideraríamos arte?