5 imágenes para entender la exposición '¡Feminismos!'

Antes de que las Guerrilla Girls plantearan el dilema-eslogan que questionaba si las mujeres tenían que estar desnudas para entrar en el museo ('Do Women Have To Be Naked To Get Into the Met. Museum?', 1989), Ulrike Rosenbach jugaba a reinterpretar la iconografía de la mujer en proyectos como 'Cofias para una mujer casada' (1970) y 'Art is a criminal action' (1969), una relectura de las serigrafías de Andy Warhol: ahora la mujer desafía el dominio del hombre sobre el arte, Rosenbach dispara sin miedo.

"Lo personal es político", clamaba la segunda ola feminista a partir de los 60. La muestra contiene vídeos e imágenes, muchas de las cuales documentan performances en que las artistas leen con ironía las tareas del hogar y lo cotidiano. Para ellas el cuerpo se convierte en una herramienta, incluso un arma erótica, provocativa y radical. En 'Hochhaus (Nr.1)', la artista Renate Eisenegger planchaba el linóleo de un pasillo de un bloque de pisos de Hamburgo para evocar la monotonía de la tarea doméstica, y la inhumanidad de la vivienda en los 60.

Las artistas feministas también probaron de cambiar las connotaciones que la publicidad había atribuido al cuerpo de la mujer, exagerándolo, deformándolo, mostrando la vejez, el cuerpo llagado e incluso la muerte. Nos gusta encontrar en la muestra una colección de retratos de Francesca Woodman –y de Cindy Sherman, y de Martha Rosler y un largo etcétera. Son imágenes en las que el espacio vacío y el cuerpo dialogan, que contienen toques de surrealismo, y un movimiento e intensidad a ratos dolorosa. Woodman realizó hasta 800 fotografías y, a pesar de morir joven y tener una corta carrera, creó un lenguaje y estilo que todavía es admirado por los profesionales y el gran público.

La colección Verbund de feminismos de vanguardia se ha ampliado con obras de creadoras locales para la muestra del CCCB (algunas, de Àngels Ribé y Eulalia Grau, también entrarán a formar parte de la colección vienesa). Destacan las instalaciones de Eugènia Balcells, las pinturas de Mari Chordà y las instantáneas de Pilar Aymerich, entre otros. Ella capturó un momento de la performance Les Nyakes que tuvo lugar en las primeras Jornadas Catalanas de la Mujer en 1976; en el encuentro las participantes abordaron problemáticas compartidas y la necesidad de recuperar los derechos que se les habían negado durante 40 años de dictadura.

'Coreografías del género' es la segunda parte de la muestra, pero tiene una entrada autónoma y puede servir de introducción o coda de '¡Feminismos!'. La comisaria, Marta Sagarra, se aproxima a diferentes cuestiones: la deconstrucción del binarismo de género, el ecofeminismo y la posthumanidad, la descolonización, la sexualidad y la violencia a través del trabajo de diferentes artistas. Se presentan los trabajos de Eulàlia Valldosera y la idea de la capacidad curativa del arte; Mireia Sallarès, autora del proyecto 'Las muertes chiquitas'; María Llopis y la sexualidad como elemento de creación y subversión; Anna Irina Russell y Txe Roimeser, que investigan la comunicación entre personas, espacios y objetos; Jesús Martínez Oliva, que cuestiona la masculinidad hegemónica; y Lua Coderch. A través de diferentes medios, Coderch ha trabajado la historia y la memoria; 'Shelter' es el proyecto dedicado a estructuras básicas de supervivencia en lugares indómitos.