Lúa Coderch
1982. Artista visual
Ya de muy pequeña, Lúa Coderch (Iquitos, Perú, 1982) aprendió a distinguir entre las cosas y su apariencia: odiaba ducharse y, cuando su madre la enviaba hacia el baño, ella hacía todo el ritual porque pareciera que había obedecido. Abría el grifo de agua caliente, se humedecía el pelo, hacía un dibujo en el cristal empalagado, dejaba pisadas húmedas en el suelo... estéticamente era cómo si se hubiera duchado. Más adelante estudió Derecho, pero abandonó la carrera cuando sólo le faltaban dos asignaturas. Y optó por la praxis artística. Su tesis doctoral trata el encuadre. O sea, el punto de vista, la apariencia. Como las 'fake news' pero al revés. En una de sus primeras instalaciones individuales, a La Capilla, había una cabina telefónica que a veces sonaba. Si descolgaba un espectador, la Lúa le ofrecía consejos sobre como desaparecer y fabricarse una nueva identidad. Y en uno de sus últimos trabajos, a la galería Àngels Barcelona, abordaba la voz como máscara identitaria. Por ejemplo, memorizando el cancionero republicano a la vez en recuerdo/distancia de sus abuelos, que apoyaron el bando nacional. Se trata de obras tan personales y a la vez genéricas que alguien las podría llevar encima sin darse cuenta.