Hay veces en las que el teatro acerca realidades tan lejanas que por un momento se te olvida que estás en una cómoda butaca viendo una obra en una tranquila sala de Madrid. Esto es lo que ocurre en ‘Confesiones a Alá’, un testimonio en primera persona sobre la opresión de las mujeres o quizá tan solo un grito a la rebelión. El argumento gira en torno a Jbara (María Hervás), una joven de 16 años que vive en las montañas del Magreb con sus padres, sus cinco hermanos y su rebaño en un entorno de gran miseria.
Tras ser repudiada por su familia al quedarse embarazada de uno de sus vecinos, con el que se acostaba a cambio de golosinas, Jbara inicia una huida a la gran ciudad que le llevará a trabajar como criada, adentrarse en el mundo de la prostitución de lujo y el narcotráfico e incluso a conocer la cárcel. El guionista de cine Arturo Turón se atreve a debutar en el teatro con esta complicada adaptación.