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Después de crear un jardín de cuento en la calle Montera y convertir la planta baja de su tienda en la calle Alcalá en un mini oasis tropical, Salvador Bachiller vuelve a convertir un espacio de uno de sus establecimientos más destacados, el de la calle Gran Vía, 65, en un rincón único donde tomar un café o incluso comer.
La planta inferior de esta tienda es ahora un espectacular invernadero, lleno de todo tipo de plantas y una cálida luz que envuelve un mobiliario sencillo y cómodo. Los espejos que recubren sus paredes y los toques de madera le dan un aire colonial a este gatrobar que sin duda estará en boca de todos dentro de poco.
Podéis ir tanto a comer como a tomar un café, aunque seguro que cuando más se llena será los fines de semana, ya que ofrecen un brunch que podéis personalizar por 19,90 € e incluye un café o té, una bebida (zumo, mimosa, etc.), un croissant o similar y un plato más contundente, como por ejemplo los huevos benedictinos.