Celso y Manolo
© Pablo Zamora

Reseña

Celso y Manolo

4 de 5 estrellas
  • Bares y pubs | Bares de tapas
  • precio 2 de 4
  • Chueca
  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

El segundo local del Grupo DeLuz & Cía en Madrid, tras La Carmencita, es como aquél un valor al alza, un acierto seguro si sales con ánimo de tapear, de compartir varios platos. Una taberna ilustrada que ha aparecido por igual en páginas gastronómicas, revistas de moda y publicaciones de interiorismo/decoración y donde reservar es ya más que recomendable cuanto más te acerques al fin de semana.

Entre sus camareros están Javi y Sega, el yin y el yang, motores del equilibrio que vertebra el lugar; la ponderada balanza entre el trato serio y la camaradería cómplice con el cliente, entre lo formal y la sonrisa, siempre diligentes. Un servicio joven y experimentado, tiempos bien coordinados entre sala y cocina, un ambiente siempre animado y heterogéneo, y taburetes bajos en las mesas.

El servicio mantiene y refleja las constantes de su propuesta culinaria. Se viene a comer bien pero también a pasar un buen rato. Por eso, la carta, del tamaño de un periódico británico, coloquial e informativa, incluye cerca de 80 platos. Es imposible no encontrar un bocado de tu gusto. De hecho, es imposible lo contrario. Tan abrumadora como atinada. Todo lo que probamos resultó sabroso, en su punto, fresco y en raciones justas. Da igual que se trate de unas conservas (unas anchoas muy carnosas) o de unos tacos de chuletón de origen cántabro (como esta casa), de las rabas del aperitivo o los frisuelos del postre.

Muy desenvueltos en los platos tradicionales y con un punto de sofisticación, de mimo en el emplatado (y con la resultona vajilla Staub). Han convertido algo tan común como una ensaladilla rusa, con cuatro versiones distintas, en un clásico. Es en ese elevar/prestigiar lo conocido donde está su mayor virtud. No solo tienen un tomate delicioso sino que te preparan una cata con cuatro variedades, cuatro aceites y cuatro sales. Suben la apuesta.

Su filosofía es irreprochable. Buscan lo eco (también en su bodega), la temporada, lo artesano, la calidad sin disparar el ticket medio. Así como llamaron a su taberna con el nombre de sus anteriores dueños, así conocen el nombre de sus proveedores. Su respeto y compromiso por las raíces y la tierra vale para la llamativa barra que decidieron mantener como para ese bacalao con certificado “slow fish”.

No es el sitio del que sales diciendo “volveré” sino al que vas a volver como mínimo un par de veces porque quieres probar su paté casero, alguno de sus arroces o su “marisquete del barato sin sustos” (sic). Solamente un par de detalles mejorarían la experiencia: algo más espaciosas algunas mesas (quizás cambiar las redondas por otras rectangulares) y una mantelería de papel (hay quien aprovecha la sobredimensionada carta pero aquí sobran aptitudes para el diseño y criterio).

Detalles

Dirección
Libertad, 1
Madrid
28004
Transporte
Gran vía (M: L1 y L5), Banco de España (M: L2)
Horas de apertura
De lu. a do. de 13 a 17h. y de 20 a 24h.
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